Con esta quimera finalizaré el ciclo dedicado al ser humano como animal, para adentrarme en otros campos. En esta último escrito tomaré un enfoque algo diferente -entraré en contacto con el mundo real por la vía directa; no sólo exponiendo mis teorías, sino analizando un hecho del mundo real.
El hecho a tratar es el racismo, y cómo este pretende sustentarse en premisas biológicas, la genética de poblaciones, la sociobiología o el Darwinismo -blasfemando con ello contra ese genio que fue Darwin, y contra todo sentido común de la biología y el Humanismo. Es un insulto el hecho de que por culpa de un montón de "personas" que no merecen llevar tal nombre -y que están irrevocablemente condenados a la extinción en su condición de pensadores-, ser fiel a la biología y al poder de la genética derive inevitablemente en secundar posturas racistas y/o supremacistas. ¡Y ha llegado la hora de dejar de ser tan cobardemente respetuosos ante tal basura ideológica!
No me andaré con melindres. Esta quimera se sustenta bajo las dos siguientes premisas; verdades incómodas que harán berrear a más de uno, sea cual sea su afiliación:
1- Las diferencias genéticas entre grupos humanos existen. Y no son irrelevantes a la hora de determinar el potencial genético de uno. Podría decirse que son la munición con la que nacemos.
2- Todo dato o estudio relativo a estas diferencias ha sido manipulado con el fin de “esconder una verdad incómoda”, o bien, tristemente de forma mucho más frecuente, tratar de justificar el status quo de las clases dominantes (raza caucásica, civilización occidental, capitalismo…) alegando que los otros grupos humanos son inferiores, más tontos o más propensos a la violencia, e incitar de paso al odio, el etnocentrismo y el supremacismo racial. "Todos lechosos y en su sitio. Obviamente tenemos superioridad natural sobre el resto. ¡Policía! ¡Este extranjero me quiere arrebatar mi pureza de sangre!"
Lo siento por aquellos ingenuos emperrados en decir que todos somos iguales, así como por toda forma de abordar el asunto que sea “políticamente correcta”. Aunque los secundo por completo en su objetivo, discrepo por completo en su método. Si queremos acabar con este tabú que cuelga del cuello de nuestra sociedad –y muchas veces de nuestra conciencia- acerca de las diferencias biológicas entre unos y otros, hacer oídos sordos y cerrar los ojos no es la solución. La solución es ser capaces de proclamar con la cabeza alta: “¡Sí, somos diferentes! ¡Y esas diferencias son una prueba más, quizá la más notoria, del potencial de nuestra especie sobre este planeta!”
Asimismo podría decir que lo siento por los racistas y supremacistas, pero estaría mintiendo. No lo siento en absoluto por ellos –pretendo destruir sus argumentos y dejar al descubierto sus mentiras acerca del tema con esta quimera. Dejar bien claro, de una vez para siempre, que las diferencias biológicas entre grupos humanos pueden y deben ser utilizadas para el progreso de la especie. A todos los niveles. ¡Los genes son la munición, pero la modelación ambiental es el proceso de fabricación del arma que nos permitirá aprovechar esa munición!
Pero ¿de dónde viene esta tradición de hacer oídos sordos al tema del racismo, creando un tabú en la sociedad que lo único que hace es fomentarlo? Para entenderlo, debemos remontarnos a 1945. Un poco de Historia…
(Que grande que era… Charlot partía la pana ^D^)
El mundo había quedado traumatizado tras la II Guerra Mundial y los gobiernos de todas las naciones del globo trataron de impedir que algo así volviera a repetirse. Para ello, era preciso detectar y extirpar cualquier vestigio, cualquier cosa que pudiese sustentar un resurgimiento de los conceptos e ideas que construyeron el régimen ideológico y político de Hitler y los suyos.
Las teorías raciales a la usanza nazi eran uno de estos sustentos, así como la eugenesia y similares. El horror recién vivido y el afán de enmienda del mundo (por desgracia pasajero) hicieron que dichas teorías fueran inmediatamente demonizadas. Y con la teoría, el concepto de raza y todo aquello que implicase diferenciación biológica entre unos grupos humanos y otros.
Esto, unido a la propaganda, provocó que la gente no se molestase en buscar una explicación alternativa. Todo lo que tuviera relación con la catástrofe era malo, y no debía ser removido bajo ninguna circunstancia.
Esto, unido a la propaganda, provocó que la gente no se molestase en buscar una explicación alternativa. Todo lo que tuviera relación con la catástrofe era malo, y no debía ser removido bajo ninguna circunstancia.
Pero las malas hierbas nunca mueren. Aunque el racismo había perdido la batalla en Europa, en E.E.U.U. seguía con fuerzas. Esto propició todo tipo de argumentos, falacias y estudios científicos tergiversados que aún hoy marean la perdiz en debates de este tipo. Véanse si no los “estudios” de la Heritage Foundation estadounidense, o el Council of Conservative Citizens –destinados a hacernos creer que los negros son más propensos presentar un “gen de la maldad” (he aquí una falacia: aunque el comportamiento está ligado a la genética todavía no se ha descubierto de forma precisa hasta donde llega ese determinismo, y ni mucho menos si tener tal gen o tal combinación genética te hace más propenso a según qué conductas), que ser mestizo te hace más propenso a sufrir estrés y con ello a delinquir (claaaro… como E.E.U.U. es un lugar donde la diversidad cultural es tan bien vista, por no hablar del ritmo de vida que se lleva ahí… otro ejemplo de cómo se pretende achacar a la genética lo que “es culpa de” la cultura.)
(Simple y llanamente, cultura y supremacía occidentales)
Aclaremos las cosas de una vez.
A los igualitaristas radicales: el ambiente y la cultura no sirven de nada sin unos genes sobre los que actuar. Cuando os admiráis del poder del ambiente al ver como este transforma a las personas, en última instancia admiráis a los genes que han sido transformados. Lo biológico determina lo cultural, ¿cómo si no hubieran prosperado las distintas culturas del planeta? ¿Por qué los mongólicos tienen fama de inteligentes, y los negros de superatletas? La creatividad y el altruismo son entre un 45 y 75% potenciados por la genética. Simple biología: el altruismo está basado en la esperanza de recibir una retribución en el futuro, o como mínimo en quedar en paz con uno mismo. Luego, en última instancia ayudamos por interés personal. Por otra parte, la creatividad está ligada a la inteligencia… la cual está genéticamente determinada hasta en un 80%. Las conductas criminales no son creadas por el ambiente: es el criminal el que se adapta al entorno. Aunque no exista el gen de la maldad, queda patente el poder genético…
(Lo que comenzó Freud con el psicoanálisis termina con Dawkins y su teoría: el concepto de libertad humana que tenemos es, cuanto menos, deficiente. Todo está en los genes; somos marionetas de los genes. Pelín intransigente, es la única lástima...)
A los racistas y supremacistas: el mero hecho de que seamos capaces de cruzarnos con cualquier otra persona del globo demuestra que los humanos no estamos divididos por razas. ¿Pueden los bulldogs cruzarse con los dálmatas? ¿Los alevines con los tiburones? Por otro lado, el progreso social no es llevado a cabo por colectivos, sino por personas. Son las cualidades y potencialidades individuales las que definen a una persona como valiosa o no. Y las diferencias genéticas entre poblaciones no son más notables que aquellas existentes entre la misma población. Si todos fuéramos tan iguales como pretendéis, no existirían este tipo de discrepancias. Vosotros no existiríais. O nosotros. En cualquier caso, ¿dónde queda el homogeneísmo racial?
Pretendéis estandarizar a todos según su pertenencia a según qué grupo. ¿Un superdotado lo es por ser blanco, o por la formación que recibe que le permite desarrollar sus cualidades? ¿Qué influye más a una persona a la hora de recibir tratamiento médico: su genotipo “racial” o su historial clínico familiar, así como trastornos propios? Yao Ming es chino, y es un superatleta, no un cerebrito. Obama es negro (mulato para ser exactos), y no ha llegado a la Casa Blanca de rebote, independientemente de su forma de hacer política.
Decís que la mezcla de genes desvirtúa dichos genes. Los organismos vivos tienden a la adaptación, no a la mayor eficiencia posible de esta. Explico la paradoja: la pluralidad, aunque sacrifica eficiencia, ofrece una variedad infinitamente superior de genes que puedan adaptarse y sobrevivir. La mezcla genética propicia la aparición de nuevas variedades, y esto es bueno.
Decís que en la medicina, se producen trastornos genotípicos por la mezcla de halogrupos (formas que puede adoptar un gen y que se presentan más proclivemente en ciertos grupos humanos) cuya solución se deriva en el rechazo al mestizaje. Los halogrupos no son 100% específicos: pueden cruzarse unos con otros en la mayoría de los casos. Y difícilmente se encontrará un halogrupo que solo se acepte a sí mismo (a semejanza del grupo 0 en la sangre). Creando nuevos halogrupos, estamos contribuyendo a una mayor variedad en la medicina a la hora de seleccionar recursos tipo órganos para ayudar a las personas.
La endogamia se traduce por desgaste de la especie. Véase si no como variaron las poblaciones durante la Edad Media, cuando empezaron a entrar en contacto unas con otras, a lo largo y ancho del globo. Véanse a nuestros Borbones y su hemofilia.
Ignoráis por completo el poder del medio ambiente. Como dije antes, un ambiente no sirve de nada sin unos genes a los que modelar. ¿Y unos genes sin modelar, sirven de algo? ¿El empollón o empollona de la clase, lo hubiera sido sin un entorno que hubiera puesto a su disposición los medios para convertirse en lo que es hoy? ¿Qué diferencia a un empollón piel roja de otro tipo de empollón?
Aunque podamos controlar en mayor o menor medida el ambiente, no podemos controlar la variedad genética de forma directa. Pretender hacer lo contrario es matar a nuestra especie, como antes he demostrado. Hay una diferencia entre dictar el rumbo de los genes alterando su entorno y alterar dicho rumbo de forma directa, propiciando o evitando cruzamientos directos. La primera vía es la verdadera eugenesia.
Charles Darwin decía que es absurdo comparar a unas especies con otras en términos de superioridad o inferioridad. Las razas de animales son una forma menor de especismo. El racismo es esencialmente, ir contra este postulado de Darwin.
“El fratricidio directo entre la especie es, desde luego, la mejor forma de garantizar la supervivencia de la especie”…obvio.
(Stephen Jay Gould demuestra, entre otras muchas cosas, como el concepto de raza y el determinismo genético que esta conlleva (no confundir con el determinismo genético "en general") no puede aplicarse a los seres humanos. Aunque su tónica es bastante distinta a la mía y la de Dawkins, no debe dejar de ser leído. Pelín politizado, es la única lástima...)
Y no intentéis refutarme con mi teoría de la “sociología asesina” de mi tercera quimera (sí, la que decía que cuanto más amplia es la sociedad, más tendemos a destruirnos) porque no os saldrá la jugada. Esta teoría se basa en la cuantitatividad. El racismo se basa en la cualitatividad. Atribuir el fracaso de la multiculturalidad o la raíz de vuestros actos al hecho de que somos muchos en el planeta, es otra sutil forma de evadir vuestra responsabilidad. La multiculturalidad fracasó por simple estupidez de la gente, así como por vuestra incansable labor en hacer que fracasara. La raíz de vuestros actos es simple odio. Un patrón genético deficiente, que está irrevocablemente destinado a desaparecer. Si no por la vía directa, el resto de la especie humana propiciará su desaparición.
Y para acabar… ¿hasta qué punto son inteligentes los negros?
PRODUCTO | INVENTOR | FECHA |
Aparato de aire acondicionado | Frederick M. Jones | Julio 12, 1949 |
Almanaque | Benjamin Banneker | Aprox. 1791 |
Interruptor automático | Granville T. Woods | Enero 1, 1839 |
Carrete automático para pesca | G. Cook | Mayo 30, 1899 |
Caja de cambios automática | Richard Spikes | Febrero 28, 1932 |
Carrito para bebés | W.H. Richardson | Junio 18, 1899 |
Marco de bicicleta | L.R. Johnson | Octubre 10, 1899 |
Cortador de galletas | A.P. Ashbourne | Noviembre 30, 1875 |
Bolsa para plasma sanguíneo | Charles Drew | Aprox. 1945 |
Teléfono móvil (celular) | Henry T. Sampson | Julio 6, 1971 |
Retrete | T. Elkins | Enero 3, 1897 |
Secadora de ropa | G. T. Sampson | Junio 6, 1862 |
Vara para cortina | S. R. Scratton | Noviembre 30, 1889 |
Soporte para vara de cortina | William S. Grant | Agosto 4, 1896 |
Pomo de puerta | O. Dorsey | Diciembre 10, 1878 |
Cuña para puertas | O. Dorsey | Diciembre 10, 1878 |
Recogedor de basura | Lawrence P. Ray | Agosto 3, 1897 |
Batidora de huevos | Willie Johnson | Febrero 5, 1884 |
Bombilla (eléctrica) | Lewis Latimer | Marzo 21, 1882 |
Ascensor | Alexander Miles | Octubre 11, 1867 |
Protector de ojos | P. Johnson | Noviembre 2, 1880 |
Escalera de incendios | J. W. Winters | Mayo 7, 1878 |
Extintor de incendios | T. Marshall | Octubre 26, 1872 |
Cama plegable | L. C. Bailey | Julio 18, 1899 |
Silla plegable | Brody & Surgwar | Junio 11, 1889 |
Pluma fuente | W. B. Purvis | Enero 7, 1890 |
Ruedas para muebles | O. A. Fisher | 1878 |
Máscara de gas | Garrett Morgan | Octubre 13, 1914 |
“Tee” para golf | T. Grant | Diciembre 12, 1899 |
Guitarra | Robert F. Flemming, Jr. | Marzo 3, 1886 |
Cepillo para el cabello | Lydia O. Newman | Noviembre 15, 18-- |
Sello manual | Walter B. Purvis | Febrero 27 1883 |
Herradura | J. Ricks | Marzo 30, 1885 |
Cuchara para helado | A. L. Cralle | Febrero 2, 1897 |
Mejoramiento en la produc. de azúcar | Norbet Rillieux | Diciembre 10, 1846 |
Dispensador de insecticida | A. C. Richard | Febrero 28, 1899 |
Mesa de planchar | Sarah Boone | Diciembre 30, 1887 |
Cadena para llaveros | F. J. Loudin | Enero 9, 1894 |
Farol | Michael C. Harvey | Agosto 19, 1884 |
Cortadora de césped | L. A. Burr | Mayo 19, 1889 |
Aspersor de césped | J. W. Smith | Mayo 4, 1897 |
Exprimidor | J. Thomas White | Diciembre 8, 1893 |
Cerradura | W. A. Martin | Julio 23, 18-- |
Recipiente lubricador | Ellijah McCoy | Noviembre 15, 1895 |
Fiambrera | James Robinson | 1887 |
Buzón | Paul L. Downing | Octubre 27, 1891 |
Trapeador | Thomas W. Stewart | Junio 11, 1893 |
Motor (básico) | Frederick M. Jones | Junio 27, 1939 |
Mantequilla de cacahuete | George Washington Carver | 1896 |
Sacapuntas | J. L. Love | Noviembre 23, 1897 |
Transmisor de teléfono | Granville T. Woods | Diciembre 2, 1884 |
Pincho de tocadiscos | Joseph Hunger Dickenson | Enero 8, 1819 |
Refrigerador | J. Standard | Junio 14, 1891 |
Silla de montar | W. D. Davis | Octubre 6, 1895 |
Uslero (Rodillo de cocina) | John W. Reed | 1864 |
Dispensador de champú | C. O. Bailiff | Octubre 11, 1898 |
Bujía | Edmond Berger | Febrero 2, 1839 |
Estetoscopio | Imhotep | Antiguo Egipto |
Cocina | T. A. Carrington | Julio 25, 1876 |
Peine para alaciar el cabello | Madam C. J. Walker | Aprox. 1905 |
Barredora de calles | Charles B. Brooks | Marzo 17, 1890 |
Control de termostato | Frederick M. Jones | Febrero 23, 1960 |
Semáforo | Garrett Morgan | Noviembre 20, 1923 |
Triciclo | M. A. Cherry | Mayo 6, 1886 |
Máquina de escribir | Burridge & Marshman | Abril 7, 1885 |
ADIVINAD EL COLOR DE PIEL DE LOS INVENTORES
(Perdón por el hecho de que la tabla se salga del marco; el editor del blogger -o más probablemente mi propia pericia- no da para más. =_=)
¡El machismo, el odio, el egoísmo radical, el gusto por la guerra y la sed de violencia son puramente humanos, y los llevamos ocultos en los genes, listos para salir! ¡Pero la bondad, el altruismo, el raciocinio, el afán de conocimiento y la sed de paz son igual de humanos, y están en la misma condición que todo lo anterior!
¡Creemos un ambiente donde podamos moldearnos de la mejor forma posible! ¡¿No es esa la base del poder de nuestra especie?! ¡Hagamos honor a la Naturaleza!
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