25 ene 2013

QUIMERA VII: ILUSIONES CON CRISTALIZACIONES REALES

La prueba definitiva de que soy un maldito suicida: me da por escribir esto a cuatro días del primero de cinco exámenes que, muy probablemente, me violarán y luego ni me llamarán ni nada.
Pero a lo que voy.

Nunca me había preguntado por qué me fascina tanto la estética grotesca, irracional y oscura con la que trato de impregnar a este blog, a mi vida y a mi fondo de armario. Y sin embargo, llevo inmerso en ella cuatro años ya...

Vivimos en un mundo de apariencia. Pero no hablo sólo a nivel social ni físico, sino también a nivel biológico y de actitud. Toda la naturaleza se rige por apariencias. El león no ataca a la gacela más débil, sino a la que parece más débil. Las vacas no comen la hierba más nutritiva, sino la más verde y florida, aunque sea un 90% pesticidas. Las hembras de los pájaros caen rendidas a los pies del macho con la cola más grande -da igual que sea incapaz de construir un nido en condiciones.
Y todo esto se aplica también a los seres humanos.

Pregúntate a ti mismx por qué la gente considerada hermosa goza de muchos más privilegios y favor que el resto de la gente. Qué es lo que determina que la fealdad sea considerada reprobable, y por qué en distintos lugares los conceptos de belleza y fealdad (hablo a nivel de cuerpo humano) varían.
Ahora, pregúntate por qué el mundo está infestado de maldad pese a que los no-malvados son plenamente conscientes de su presencia, sus mecanismos de actuación y saben como prevenirla. ¿Qué es lo que hace que envidiemos a ciertos villanos y a otros no? ¿Y por qué respondemos a esos estímulos de esa manera?

Todas las respuestas las encontrarás en las bases del instinto humano, latente en cada uno de los genes de nuestras células. Quedas invitado a descubrirlas. Por si aún no había quedado suficientemente claro, somos animales.



Y el motivo por el que me encanta dármelas de demente y escandalizar en general, es porque me otorga una definición, distinguiéndome del resto. Es el mismo objetivo que buscas tú a través de las huellas que dejas en el mundo. Ahora, preguntemonos, ¿en qué nos beneficia diferenciarnos del resto y por qué? ¿Cuál es el objetivo final? Y no vale "porque nos gusta, porque es moralmente deseable", etc...